Pitágoras aseguraba que la música curaba el insomnio. Siglos después, dicen que Johann Sebastian Bach escribía las Variaciones Goldberg para atajar las noches en vela del conde Hermann Carl von Keyserlingk. A lo largo de la historia, no han sido los únicos en intuir los beneficios que tiene la música sobre la salud. Sin embargo, aún faltan evidencias clínicas y un protocolo. Por ello, el Hospital Universitario 12 de Octubre y la ONG Música en Vena se han propuesto demostrarlo.